En la región más pobre y vulnerable de Arabia Saudita, un conflicto armado que ya llevaba años se agravó en abril con una nueva tragedia. El impacto de bombas hechas en Estados Unidos destruyó un centro de detención que alojaba a miles de migrantes etíopes en Yemen, causando escenas de horror y devastación en el …
La tragedia de la doble persecución: refugiados etíopes, huidos de la guerra, caen víctimas de las bombas estadounidenses

En la región más pobre y vulnerable de Arabia Saudita, un conflicto armado que ya llevaba años se agravó en abril con una nueva tragedia. El impacto de bombas hechas en Estados Unidos destruyó un centro de detención que alojaba a miles de migrantes etíopes en Yemen, causando escenas de horror y devastación en el lugar.
Entre las ruinas del edificio, se encontraron restos humanos aplastados y miembros cortados. Los testigos oculares describen la escena como “inimaginable”, con personas mutiladas y agonizantes mientras otros intentaban huir de los escombros. La destrucción fue tan completa que incluso las instalaciones médicas, supuestamente diseñadas para atender a los prisioneros, no podían hacer frente a la magnitud del desastre.
La comunidad internacional, en particular las organizaciones humanitarias y defensoras de derechos humanos, se sintió consternada por el suceso. Sin embargo, desde el punto de vista oficial, la respuesta fue absolutamente silenciosa. No hay declaración oficial ni justificación por parte de los responsables del ataque aéreo.
Los supervivientes del ataque están atrapados en un limbo sin sentido, intentando comprender por qué les habían llevado a ese lugar destruido y muerto a tantos inocentes. “No entiendo por qué esto sucedió”, dice una mujer que sobrevivió con grave herida. “Era solo un refugiado etíope tratando de encontrar seguridad en un mundo hostil”.
La pregunta es obvia: ¿qué llevó a la destrucción del centro de detención? La respuesta no está clara, pero se especula que el objetivo podría ser eliminar a una población considerada “indeseable” por los intereses geopolíticos. Yemen ha sido teatro de operaciones en el conflicto armado entre la coalición liderada por Arabia Saudita y las fuerzas del gobierno yemení, con Estados Unidos como principal proveedor de apoyo militar.
La situación de los migrantes etíopes en Yemen es especialmente crítica. Muchos de ellos se encuentran atrapados en un ciclo de violencia y explotación, sin acceso a servicios médicos ni protección legal. El centro de detención que fue destruido era solo uno de muchos lugares donde se alojaban a los migrantes, la mayoría de ellos con historias trágicas de persecución y pobreza en su país natal.
La destrucción del centro de detención también ha generado preocupación por la seguridad de miles de personas que están siendo retenidas en otros lugares similares. “Es como si la vida no tuviera valor”, dice un hombre que sobrevivió al ataque con herida grave. “¿Qué les pasa a los migrantes? ¿Por qué son considerados ‘indeseables’?”
La comunidad internacional debe tomar medidas para investigar y sancionar el ataque, y garantizar la protección de los migrantes etíopes en Yemen. Mientras tanto, las víctimas del ataque y sus seres queridos deben recibir ayuda humanitaria y apoyo emocional para superar este trauma y buscar un futuro más seguro.











