Los afghanos que han sido obligados a abandonar Irán están enfrentando un futuro incierto en Afganistán, donde la pobreza generalizada y las restricciones severas sobre las mujeres y las niñas los esperan. La decisión de dejar atrás sus vidas en el país persa no ha sido fácil para estas personas que han vivido años en …
“La gran diáspora forzada: un millón de afganos enfrenta la expulsión de Irán sin rumbo claro”

Los afghanos que han sido obligados a abandonar Irán están enfrentando un futuro incierto en Afganistán, donde la pobreza generalizada y las restricciones severas sobre las mujeres y las niñas los esperan. La decisión de dejar atrás sus vidas en el país persa no ha sido fácil para estas personas que han vivido años en una tierra extranjera, trabajando duramente para mantener a sus familias.
Muchos de ellos habían huido de la guerra y la violencia en Afganistán y habían encontrado refugio en Irán. Sin embargo, las autoridades iraníes han estado aumentando la presión sobre los afghanos residentes ilegales en el país, lo que ha llevado a muchos a tomar la difícil decisión de regresar a su patria natal.
“Me duele dejar atrás todo lo que he construido aquí”, dice Razia, una mujer de 35 años que ha vivido en Irán durante diez años. “He trabajado duro para enviar dinero a mi familia en Afganistán, pero ahora me veo obligada a regresar y empezar de nuevo”. Razia tiene dos hijos pequeños y no puede soportar la idea de dejarlos crecer sin ella.
La situación en Afganistán es aún más desalentadora. La pobreza es un problema crónico, y la economía está en declive debido a la ausencia de inversión extranjera y la falta de estabilidad política. Según el Banco Mundial, más del 70% de la población afgana vive con menos de dos dólares al día.
Además, las restricciones sobre las mujeres y las niñas en Afganistán son severas. Las mujeres enfrentan limitaciones para acceder a la educación y el trabajo, y muchos afganos creen que la regresión social es inevitable si no se toman medidas para cambiar esta situación.
“Espero que las cosas cambien pronto”, dice Abdul, un hombre de 40 años que ha vivido en Irán durante once años. “Quiero poder enviar a mis hijos a la escuela y verlos crecer sin tener que luchar para sobrevivir”. Abdul se esforzó por encontrar trabajo en Afganistán después de regresar, pero no pudo encontrar nada estable.
La decisión de regresar a Afganistán no ha sido fácil para estos afghanos. Han vivido años en Irán y han construido vidas nuevas allí. Sin embargo, la falta de oportunidades y la pobreza generalizada los han obligado a tomar medidas drásticas.
“Es un desafío encontrar trabajo y mantener a mi familia”, dice Fatima, una mujer de 30 años que ha vivido en Irán durante ocho años. “Me gustaría poder seguir adelante y no tener que regresar a Afganistán”. Sin embargo, Fatima se da cuenta de que no tiene otra opción.
A medida que más afghanos regresan a su patria natal, la situación en Afganistán se está volviendo cada vez más desesperada. La pobreza y las restricciones sobre las mujeres y las niñas siguen siendo un problema crónico, y muchos afganos temen que el futuro sea incierto.











