“El mejor país de nuestro éxodo fue Brasil, nos brindaron atención médica gratuita”

Mientras corría la tarde en la plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez, en donde se re instalo el campamento de migrantes, un haitiano recordaba su paso por los diez países que ha atravesado para cumplir su propósito, el sueño americano. Entre vivencias difíciles y amargas, recordó lo que para él y para la caravana …

Mientras corría la tarde en la plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez, en donde se re instalo el campamento de migrantes, un haitiano recordaba su paso por los diez países que ha atravesado para cumplir su propósito, el sueño americano. Entre vivencias difíciles y amargas, recordó lo que para él y para la caravana de migrantes fue rayo de luz, la estancia el Brasil: “Es el país que más me ha gustado, hacen valer los derechos de las personas, no importa que sean brasileños, haitianos, venezolanos, para Brasil todos somos humanos con derechos”, comentó Edelson.

Brasil fue el único país que ha abrazado a los migrantes, los brasileños los recibieron con empatía, convivieron con ellos, la calidez de la gente los hizo sentir bien recibidos, tuvieron acceso a atención médica gratuita y de calidad.

“Muchos migrantes se quedan en el camino, algunos mueren porque no tenemos derecho a la atención médica en los distintos países, ni dinero para atenderlos, cuando llegamos a Brasil un señor mayor se enfermó del estómago, la gente de allá nos apoyó a llevarlo a un hospital y lo operaron”, indicó Edelson, “estuvieron al tanto de su recuperación y sin cobrarnos nada, después investigamos el costo de esa operación en Haití y tenía un valor de más de mil dólares”.

Edelson decidió salir de su país con su esposa y Kira, su pequeña hija de once meses, a pesar de que sabía las dificultades, las circunstancias por las que han pasado han sido tan complicadas que sobrepasaron lo que tenía en mente: “De haber sabido que íbamos a estar viviendo en la calle, no me hubiera salido ni expuesto así a mi familia”, expresó con la voz entrecortada mientras miraba a su esposa armar una casa de campaña y Kira caminaba descalza junto con otros pequeños que jugaban con las flores de las jacarandas y pelotas ponchadas.

En la Pequeña Haití, como hemos bautizado al campamento de la Juárez, hay migrantes de todas las edades, decenas de niños y bebés, algunos duermen en casas de campaña, otros duermen sobre cartones y cobijas, algunos bebés que apenas dan sus primeros pasos, están descalzos y caminan sin rumbo en los alrededores de la plaza Giordano Bruno, al igual que algunos otros haitianos que dan vueltas a la plaza con la mirada perdida, como Edelson.